Emprender en España sale caro. Pero no solo a nivel económico, también a nivel emocional (de esto os hablaré en otra ocasión).
Esto lo saben los que en su día se levantaron y dijeron alegremente ¡Voy a emprender! (Por voluntad propia o porque no les quedó más narices.)
Le llaman emprendedor ahora para que suene más apetecible y la verdad es que suena a caramelito que dan ganas de masticar. Y con la que está cayendo... ¿Quién puede resistirse a un caramelito?
A nivel económico, si no recuerdo mal en este artículo podéis ver cuánto tiene que facturar un autónomo para ganar limpio 938 euros. Por si estáis vagos ya os lo adelanto yo: 2000 euros.
Pues si, vemos que así, de buenas a primeras, emprender cuesta 1062 euros. ¡Ay! ( Y esto sin entrar aquí en la falta de derechos tan importantes como el paro o una baja decente)
Pero es que además, si quieres invertir en "la marca España" que tanto se empeñan en hablar de ella, te sale más caro todavía.
Para producir tu producto aquí, con mimo, de calidad, atendiendo a los productos que hay detrás y a los trabajadores que forman parte de todo el proceso tienes que hacer una gran inversión.
Si haces algo con ética, con un cuidado y sobretodo dando un sueldo digno a tus trabajadores no te queda más remedio que poner un precio más alto de lo habitual. Es importante que el consumidor sepa que no sólo está invirtiendo en tí, también está invirtiendo en todos los puestos de trabajo que hay detrás, en unos productos químicos de calidad y sobre todo que a la larga está invirtiendo en él mismo.
Es importante que el consumidor sepa qué hay detrás de un precio y que sabiéndolo, lo valore y quiera invertir en él.
Los precios altos no siempre son caros, a veces son simplemente los precios que tienen que tener las cosas que se hacen "correctamente".
Y aquí es cuando os dejo con el post de Ripshop en el que os explica qué se encuentra detrás de cada cojín, cada manta y cada funda nórdica.
"Creemos que los negocios y el dinero no pueden descuidar la salud de sus clientes, los derechos de sus trabajadores y la dignidad de todas las personas que, en algún momento, están en contacto con ese mismo proyecto."
Por eso, quiero deciros que estoy muy orgullosa de que gracias a mi colección puedo formar parte de ese engranaje. Da gusto ver cuando las cosas están bien hechas, muy cuidadas y exquisitamente seleccionadas.
Desde que estoy metida en este "fregao" valoro cada euro-de cada precio-de cada producto que se hace aquí porque sé que detrás hay muchos malabares, muchas cuentas de la vieja para que todo cuadre y sobre todo mucho, muchísimo, esfuerzo.
